La Torá y sus secretos

 ¿Códigos ocultos en las escrituras hebreas en el 2019?

El sabor por lo oculto, ha sido para muchos, un gran aliciente que desencadena arduas búsqueda en pos de objetos o conocimientos  fuera del alcance de las grandes mayorías, o por lo menos, despiertan en otros, la curiosidad innata que les fuerzan a  indagar y conocer mas allá de lo cotidiano a través  de consulta a los primeros descritos. Lo cierto del caso,  es que no nos deja para nada indiferentes.

Recientemente, vienen publicitándose en internet y en paralelo con el mundo editorial hispano, un proyecto peculiar  de unos jóvenes españoles, quienes infundidos en el afán por lo oculto, se han topado o descubierto en las escrituras hebreas, nada menos que pictogramas correlacionados al espacio que ocupan los textos de las cuales se generan. En mi opinión, asombroso y misterioso para el profano.

Desde el estrado de la academia a la divulgación en los grandes medios

Si bien, hace menos de tres décadas, ya hubo un bestseller en esta temática, por demás singular,  como el de Michael Drosnin: El Código Secreto de la Biblia; vale la pena destacar, que este partío de un estudio titulado "Equidistant Letter Sequence in the Book of Genesis" publicado en noviembre de 1994 en la prestigiosa revista de un instituto estadístico estadounidense  por Eliyahu Rips (Matemático), Doron Witztum (Físico) y Yoav Rosenberg (Informático) de la universidad hebrea de Jerusalem. Elaboraron un software con base en un algoritmo de búsqueda aleatoria de patrones en virtud de una  secuencia de salto de letras equidistantes; es decir, cuyo resultado es muy parecido a la resolución de una sopa de letras;  lo aplicaron al primer libro de la Torá (Pentateuco cristiano: Génesis / Bereshit en hebreo) para encontrar información relevantes en la vida de muchos rabinos famosos a lo largo de la historía judía; el resultado, asombroso. Parafraseando al Dr. Rips, habrían logrado el anhelo de antiguos cabalistas: encontrar los códigos ocultos en las sagradas escrituras; según estos últimos, toda vida humana y eventos esta registrado desde el principio. Una prueba por medios científicos de la existencia de una inteligencia superior

En en plano académico no faltó quien intentara refutar el hallazgo; es así como Brendan McKay (Matemático - Computista), Dror Bar-Natan (Matemático - Computista), Maya Bar-Hillel (Psicóloga) y Gil Kalaial (Matemático - Computista) de la universidad hebrea de Jerusalem publicaron en mayo de 1999 en el mismo instituto su trabajo titulado "Solving the Bible Code Puzzle", en donde argumentaron la recreación en otros textos como en "La Guerra y la Paz" resultados con una coincidencia de al menos 80 %; lo que resolvía y explicaba el método según estós investigadores, el misterio de los códigos de la Torá. En todo caso,  poco a poco en las masas fue perdiéndose el interés pasando al olvido y la diatriaba quedo en suspenso. Ahora en pleno 2019,  tenemos tres jóvenes españoles desconocidos, quienes guiados por la acuciosidad  y haciendo usos de los medios disponibles actuales, sin ser ningunos de ellos especialistas o eruditos académicos reconocidos, plantean que en estas mismas escrituras, mediante una metodología que cualquiera puede replicar en sus casas, encontrara estos pictogramas, similares al de los videojuegos de la década de los 80 del siglo pasado; a mi mente viene el famoso Packman o el juego de batalla espacial.

De la sopa de letras  (código ELS) al pictograma  digital (código binario)

Les confieso que no he tenido la oportunidad de leer el libro por razones que no vale la pena comentar, ni tengo ningún interés particular en promover este libro, pero de seguro será de provecho para quienes se adentren  en el. Por cierto, este se titula, "Sefart: El software divino" y sus autores son Guillermo N. Bergmann, M. Navarro y Daniel Ríos.  

Hasta ahora he seguido sus entrevistas en Youtube, las cuales además de promocionales son muy ilustrativas, lo que motivó la curiosidad en un youtuber colombiano, docente informático,  quien aplicando la metodología de los autores, desarrolló  aplicaciones  para validarla, obteniendo resultados muy interesantes; si gustan pueden accesarlo en el canal de Alex Narváez Programming.

Las preguntas obligadas: ¿Por qué está encriptada esta información? y  ¿Para qué me servirá conocer esto? No tengo respuestas para las mismas, solo tengo la impresión que son muy importantes y por alguna razón están ante nuestros ojos. Pues entonces, el que tenga ojos que vea y sobre todo:  discernimiento. 

Dejando atrás al escepticismo como al dogmátismo

 

A estas alturas, creo necesario y pertinente acotar algo que considero muy importante; empecé este artículo por el gusto  en  lo oculto y en los enigmas; así que ¿Quién negaría la relevancia de determinar que el libro impreso y supuestamente más leído de la historia fue escrito por el mismo Dios? ¡Bueno! tal vez un ateo o creyente de otra fe recalcitrante, si no me creen, juzguen vosotros mismos e intenten dialogar con cualquiera de ellos.   Saltando este escollo, para la  mayoría de nosotros ¡y me incluyo!, nos cuesta entender en su justa dimensión los relatos y enseñanzas a lo largo de sus páginas, mas cuando las abordamos con ideas preconcebidas heredadas de los sistemas religiosos y de creencias que mezclamos a diestra y siniestra. Ahora, teniendo que lidiar con elaboradas metodologías matemáticas y estadísticas, asistidas por el poder del cómputo provistas por las modernas herramientas informáticas: ¡nada fácil, no!

Mi recomendación; vaya paso a paso, si es un creyente, ejerza una fe inteligente,  o si está en el otro extremo, aplique un escepticismo honesto que no le impida aceptar la verdad. Primero, lea en forma activa las escrituras en su totalidad, conscienzudamente, poniendo atención al más mínimo detalle, tal como lo hace un detective, considerando tanto el contexto histórico como cultural; ya verá, lo extraordinario que resultará el viaje; luego pudiera atreverse adéntrese a desentrañar lo no tan evidente entre lineas.  

En mi propia experiencia, le digo que esta es una tarea que no solo requiere de su esfuerzo intelectual;  necesita de algo más que escapa de la racionalidad pura e involucra a su propia esencia espiritual; no tengo palabras para explicarlo y en tal sentido,  le pido al creador de la existencia, me deje tan sólo acercarme a lo permitido, a sabiendas de que quien nos creó, tiene un propósito para cada uno de nosotros.